Entrevista a Lizette Abraham sobre cómo crear y recrear a través del lenguaje propio los entramados de la realidad.
Ruido Ordenado
jueves, 7 de febrero de 2019
miércoles, 18 de julio de 2018
Rococando de Thais Zumblick: El disfrute no es banal /Arte y Feminismo/ entrevista por Iss Crisxa
Thais Zumblick por Iss Crisxa-Exposición Rococando 6 de julio de 2018
Serie S: Feminismo (s)
Entrevista realizada a la Artista Brasileña radicada en Argentina, Thais Zumblick, que nos expone su visión feminista del Arte y la realidad, su creación deconstruida a través de su historia personal y una propuesta de gozo visual que, lejos de ser superficial, propone a través del disfrute y el desapego de las ideas, una visión transgresora del mundo. Una artista visual con opiniones fuertes y sinceras. Una mujer empoderada.
Serie S: Feminismo (s)
jueves, 7 de junio de 2018
“Sobre la sensualidad, el erotismo y los cuerpos disidentes: el cabaret, las rumberas, las ficheras y el arrabal” por Isabel Cristina Cetina Castillo
Mucho hemos escuchado hablar del erotismo a
lo largo de nuestra vida, quizá sin realmente deconstruir su significado. En
primera instancia, inmediatamente, viene a la memoria la imagen de algo
sensual, pero ojo, relativo exclusivamente a lo sexual. ¿Qué pasaría si descubriéramos
que lo sensual tiene más que ver con los sentidos que con lo sexual?
efectivamente la dimensión de lo que vemos, olemos, escuchamos, sentimos,
saboreamos adquiriría otra óptica.
Sensual (Según la RAE)[1]
Del lat. tardío sensuālis.
1. adj. Perteneciente o relativo a las sensaciones de los sentidos.
2. adj. Que incita o satisface los placeres sensuales.
3. adj. Dicho de una persona: Inclinada a los placeres sensuales,
especialmente a los relacionados con el sexo.
¿Qué tiene que ver todo esto con el Erotismo?
La sensualidad está íntimamente relacionada con el goce de los sentidos,
incluido el goce del cuerpo, el goce sexual, pero no se limita únicamente a
ello. Quizá sea por eso que es la base del Erotismo y es que resulta ser más
basto pero ¿Qué es el erotismo y cuál es su relación con la sensualidad y los
cuerpos disidentes?
Erotismo (Según la RAE)[2]
Del gr. ἔρως, ἔρωτος érōs, érōtos 'amor sexual' e -ismo.
1. m. Amor o placer sexuales.
2. m. Carácter de lo que excita el amor sexual.
3. m. Exaltación del amor físico en el arte.
Básicamente
la idea de enlazar estos conceptos para construir nuevas realidades se basan en
que la sensualidad en el concepto de erotismo se ha depositado en la parte
sexual, en el disfrute del amor físico, la disidencia radica en que cuando
hablamos de erotismo en la actualidad ligamos su concepto e imagen a una serie
de requisitos consumibles y atractivos desde el punto de vista de mercado (como
si de mercancías hablásemos) y la disidencia hace ruptura con esas relaciones
de poder y de mercado, porque sí, el erotismo viene cargado de un intercambio
de poder cuando se acepta que tal o cual concepto es válido como erótico y nos
atenemos a sus reglas.
Por ejemplo, cuando consideramos en el
imaginario popular que lo erótico vendría a ser representado por una mujer de
medidas perfectas, grandes senos, grandes caderas y cintura pequeña, de cabello
rubio, tal como nos lo venden los medios de comunicación. Éste es apenas un
estereotipo de lo considerado sexualmente atractivo. Mientras que una mujer con
espalda ancha, caderas angostas y senos pequeños podría ser catalogada como si
no fuera lo suficientemente erótica. Es ahí donde comulgan estos tres conceptos
para generar un nuevo paradigma del erotismo, la ruptura de los cánones de lo
bello comercial dando primacía al goce y a lo bello anticanónico, porque, de
hecho, todos los cuerpos merecen placer y todos los cuerpos son bellos. Así que
a la próxima vez que te veas en el espejo y veas esa lonjita asomando por
encima del resorte del calzón, bendice tu cuerpo, ámalo y siéntete capaz de ser
una criatura con todo para gozar.
¿Cómo
el cabaret puede unir ésta lucha paradigmática? Ofreciendo una cara visible,
empoderada, de ruptura y de goce (visual,
auditivo y corporal a través del baile y canto) para los cuerpos que antes
tenían, bajo la sombra, que expresarse tímidamente. En el momento en que
tomamos la consigna de Carol Hanisch -cuya frase modestamente la adjudica al
movimiento feminista en vez de autoproclamarse autora- “lo personal es lo
político” tomamos conciencia del poder que tiene visibilizar todos los cuerpos.
Y esto resume bastante bien la intención del erotismo disidente diría yo que
trata sobre que mi cuerpo es personal, poderoso, imperfecto, bello, erótico y
yo decido sobre mis placeres. El erotismo es parte de mí goce. La nueva ola de
cabaret y burlesque tiene ese sello, el de mostrar una nueva cara de los
cuerpos y su consideración en lo bello, esta ola extendiéndose aún con más
fuerza desde mediados de los años 90’s en Estados Unidos, Europa y América
Latina, más aun con la lucha encabezada por grandes colectivos Trans, que por
cierto, la marcha del orgullo gay surge precisamente de ésta disidencia en lo
considerado bello, la deconstrucción del cuerpo, la sexualidad y su
funcionalidad.
El cabaret surgió en la revolución Francesa y
se extendío en la segunda mitad del siglo XX, un ejemplo es el Moulin Roug, se extendió a Berlín y de
ahí para el mundo. En México se popularizó alrededor de los años 50’s en las
carpas, de donde surgieron figuras como Tintan y Cantinflas. En el cine se
popularizó la figura del show de cabaret con el cine de rumberas y,
posteriormente, con el de ficheras, adaptándose a estéticas de la moda en voga
y a las situaciones sociopolíticas reinantes. Por ejemplo, en la época de las
rumberas, el cabaret floreció entre otras cosas por el crecimiento del fenómeno
citadino y la migración tumultuosa de la gente de campo a la ciudad. Era la
respuesta política al conservadurismo familiar, social y de los roles de la
mujer. Vemos en la pantalla un esquema casi idéntico en la narración de más de
100 películas que fueron rodadas por esos años (merodeando los años 50’s), éste
consistía en sin número de mujeres que
inocentes fueron arrastradas al arrabal perdiendo su inocencia y candidez hasta
que alguien –una versión más machirula del príncipe valiente- las rescata del
mundo de la perdición, esto es, en la mayoría de los casos.
Sin
embargo, tenemos que tener en cuenta que fue, con todos los bemoles del tiempo
histórico, un avance en cuestiones de visibilización: las mujeres podían y de
hecho lo hacían, trabajar en el “show bisnes”, mostrar carne y aun así permanecer
intactas en su capacidad de enamorarse, ser fieles y enseñar mucho más allá de
las rodillas que mostraban las chicas más atrevidas de la época. Vino un tipo
de moda cinematrográfica en la que se romantizaba la idea de la femme fatal
casi mártir (al menos en el cine), todo de tal manera que el espectador se
llevase una moraleja edificante sobre la reivindicación.
El
tema de las rumberas y las ficheras merecen una atención especial porque,
aunque reproduciéndose al margen conceptual machista y patriarcal es rescatable
el hecho de la divulgación de una imagen distante a la que se venía manejando
de la mujer tradicional. Hubo un antes y un después, una ruptura política,
aunque faltó aún mucho más tiempo para brincar de la imagen estigmatizada de
sensualidad y pecado a la de sensualidad simplemente y es que ese “simplemente”
sigue lleno de perjuicios. Es en el tiempo de ficheras que encontramos una
imagen más lúdica de la sexualidad, todo se trata de situaciones calientes,
sobre todo en los estratos medios y más bajos de la sociedad, el cine encuentra
el escenario perfecto entre el cabaret, el sexo y las profesiones ordinarias
como lo son los taxistas, mecánicos, carniceros, lecheros, etc.
El
cabaret nunca se desvinculó de la sociedad, sólo se fue adaptando y dando
respuesta política (involuntaria o no) a la realidad.
En
la actualidad hay un nuevo boom que
va más allá de una sala de cine. En el teatro y en colectivos de las ciudades
de todo México florecen presentaciones que giran en torno al cabaret (Sólo en
el 2018 y por mencionar algunos: Circo de los horrores en todo México, Cabaret
literario en Mérida, Arrabaret Mérida, primer Festival de Cabaret en
Guadalajara, Cabaret: E-rexiones, 1er encuentro de Cabaret en Veracruz, Peep
Show Monterrey, etc) y es que el concepto ha pasado de ser un tipo de
entretenimiento nocturno para adultos sin más ni más a un tipo de conciencia
social que empodera al que lo hace y al espectador que lo mira, irrumpiendo con
la destrucción de pre-conceptos de erotismo, en el marco del entretenimiento visual
y teatral más exquisito y es que ¿Cómo cambiar la experiencia de primera mano
en un teatro o en un foro en éste mundo de tanta desconexión humana? Hacer y
disfrutar del cabaret es todo un acto político.
Películas de Rumberas:
· Gángsters contra
charros (1947)
· Salón México
(1948)
· Calabacitas
tiernas (1948)
· Aventurera
(1949)
· Sensualidad
(1950)
Películas
de Ficheras:
· Bellas de noche
(1974)
· Las ficheras
(1976)
Fuentes:
http://www.escenalatina.com/2017/09/la-historia-del-cabaret-en-mexico/
http://cinemexicano.mty.itesm.mx/rumbarr.html
http://cinemexicano.mty.itesm.mx/libros/somos_rumberas.html
https://regeneracion.mx/origen-de-la-marcha-del-orgullo-gay/
https://carteleradeteatro.mx/2016/el-cabaret-de-la-risa-a-la-conciencia/
martes, 22 de mayo de 2018
YOU NEED TO BLOOM YOUR SEXUALITY: EL CUERPO COMO RESPUESTA POLÍTICA
¿Qué es el cuerpo?
Cuando hablamos de nuestro cuerpo
casi nunca pasa por nuestra cabeza que las expresiones del mismo vienen a ser
un tipo de respuesta, un manifiesto de un conjunto de valores o de una postura
política pero, si lo pensamos mejor entenderemos que, en efecto, el cuerpo es
nuestro estandarte más personal, territorio de luchas y batallas que se libran
con el mundo, hacia el mundo, para el mundo y desde el mundo. Desde que somos
unos niños y nuestra conciencia como personas no está formada aún del todo nos
vemos bombardeados de mensajes que significan -dan significado- a todo lo que
nos rodea. Derivado de ello aprendemos que tal o cual cosa es apropiada (o no)
para nuestro cuerpo.
Lo que sucede al respirar por
primera vez es el comienzo de la vida, el aire de este mundo inunda nuestros
pulmones, algo que ya está armado desde que nacimos, nos susurra. Al inhalar
por primera no sabemos ni tenemos conciencia de nuestro sexo, conocemos por
primera vez las sensaciones ciegas que nos rodean pero no pasa así con nuestro
cuerpo, puesto que somos algo más que sólo la expresión de nuestra conciencia,
somos más que lo que han depositado en conceptos médicos sobre nuestros
genitales, nuestros ojos, nuestro pelo. Hay algo indescifrable aún y que nos
une con un todo universal, algo que
tiene que ver con los primeros latidos en cada ser que nace y que habla de que
la vida comienza con el cuerpo. Tiempo después nos descubrimos, adivinando
acaso un poco más sobre él, sus limitaciones y alcances, un grito o llanto que
reclama el alimento, un balbuceo que produce una respuesta comunicativa…poco a
poco nos adueñamos de cada una de sus
expresiones. Reconocemos sus ecos, sus formas, sus tamaños, su utilidad,
su dolor, su placer y luego conocemos más. Conocemos ese campo semántico que
hay tras el cuerpo, no sabemos que lo sabemos pero cuando estamos a solas con
nuestra desnudez nos podemos dar cuenta de lo que hay en él, en sus
posibilidades, en las inseguridades que nos han sembrado, de sus dolencias y en
la vulnerabilidad que parece ser algo inefable, aunque también reconozcamos
humanamente sus proezas, sus victorias y su historia.
Poco a poco se puede ir
descubriendo que el mejor espejo es la piel, en él podemos vernos aunque, si el
espejo está empañado, es difícil percatarnos de la imagen que nos devuelve y
cuando otras personas vienen a dañar con sus ideas inflexibles lo que vemos
puede llegar a ser imposible mirar con nitidez. ¿Cómo puede empañarse el
espejo? Diciendo que eres un extraño en tu propia piel cuando te dicen que eres
alguien fuera del canon y que estás mal, entonces, eres o demasiado gordo o demasiado flaco, que
si chaparro o gigantón, negro, blanco, narizón o poca nariz, barrigón, feo, o
tienes los dientes chuecos y, nunca ¡nunca!
serás “suficiente”.
Hay una diferencia abismal entre
que te digan que eres algo y que realmente lo seas, mucha gente habla del
cuerpo de los demás porque según su percepción consideran que es lo adecuado,
como si fuera un asunto que le incumbiera o si fuera un tipo de responsabilidad
ir por el mundo corrigiendo a los demás. También otros más lo hacen por
ignorancia, que además, es casi seguro que esas ideas que pretenden imponer ni
siquiera son propias sino que son heredadas o influidas por su entorno y,
entonces, quieren que aceptemos, sin dar ocasión a la duda, sus opiniones sobre
su cuerpo y el cuerpo de los demás, aunque se olvidan de lo medular: que esas ideas no tenemos que
aceptarlas por obligación.
Cuando recién nacemos no sabemos
que pene y vagina son distintos, porque aún no sabemos que así se llaman ni
sabemos que eso puede limitarnos o que eso debe de diferenciarnos al grado de
parecer que vivimos en una guerra a causa de ello, todo eso lo aprendemos. El
mundo reposa sobre nuestra piel y nada más, somos antes de existir propiamente
como mentes, cuerpos sensibles en reposo, nuestra vida comienza reposándose en
cada órgano y cada sentido para luego pasar a la acción y a la vida, ahora sí,
desde un marco de referencia cultural. El cuerpo precede a los conceptos. La
verdadera esencia de florecer en la sexualidad consiste en declarar el cuerpo
como patrimonio propio, en gobernarse a través de la libertad y el
conocimiento. En reconocer que antes de que nos dijeran que teníamos que ser,
ya éramos, sin etiquetas, seres que sienten sin filtros.
El cuerpo es un actor político en
la medida en que se auto determina pero aún más, se dirige, se administra y se
controla para dar respuesta a los asuntos que le afectan así mismo, a la
sociedad o a lo que de alguna manera se involucra con él.
¿En qué momento un cuerpo se
vuelve político? en el momento que es objeto de gobierno, en el momento en que
se toman decisiones derivadas de plantear una manera específica de ver el mundo,
en el momento que puede más un cúmulo de leyes promulgadas por una esfera del
poder que las del propio poseedor del cuerpo. Ejemplos concreto se dan en el
momento en que promulgan políticas de que la población tenga un solo hijo, esto
ocurrido en China a partir de 1979 y, aunque actualmente ha cambiado el
panorama a dos hijos no deja de evidenciarse el poder político sobre las
decisiones de los individuos con sus cuerpos. La sanción del aborto por
cualquier causal en lugares como la Ciudad del Vaticano, El Salvador, Malta,
Nicaragua, Honduras y República Dominicana nos deja en evidencia que el cuerpo
es asunto de Estado. En ese momento es cuando el cuerpo adquiere la dimensión
política dado que las esferas de poder –ajena a sí misma- ha decidido sobre su existencia,
sus posibilidades o limitaciones. Lo mismo pasa en temas de reproducción
asistida, eutanasia, matrimonio e inclusive si trasladamos éste análisis a la
edad media podemos encontrar el ejemplo de la fertilidad vinculada con el poder
y la religión, el hecho de que se veía el sexo como una actividad impura
derivaba en que para el acto sexual oficial se dictaminara una serie de
requerimientos para no ensuciar la finalidad última del sexo que era procrear.
Claro todo esto con una cuota social y moral de mayor envergadura para las
mujeres. Menciona Pilar Cabanes Jiménez (2003) en su ensayo sobre “La sexualidad
en la Europa medieval cristiana” una explicación para enmarcar la situación:
“Advertimos que existía una moral
clerical que afirmaba la renuncia a la carnalidad, como símbolo del pecado, y
la aspiración a la castidad, como emblema de la virtud. Las raíces de esta
vinculación de la carnalidad con el pecado, el vicio, la suciedad, podemos
encontrarlas, esencialmente, en las doctrinas de los estoicos y los gnósticos
de la Antigüedad tardía : Aversión al placer sensual, restricción del acto
sexual al matrimonio, la procreación y la exaltación de la continencia. A
partir de estos principios los Padres de la Iglesia de los siglos IV y V, es
decir, Jerónimo, Gregorio Niseno, Juan Crisóstomo y Agustín de Hipona, entre
otros, elaboraron una ética sexual que perduraría, en su esencia, durante
siglos. Ética que los nuevos representantes del Cristianismo, tales como
Alberto Magno o Tomás de Aquino, se encargarían de amplificar y difundir. La
imagen del cuerpo como algo rechazable, porque era nido de la carnalidad y de
los sentidos, que podían provocar el apetito y el desorden. La concepción de la
lujuria como un pecado, una ofensa a Dios y al orden del Cristianismo, porque
suponía un mal uso de los órganos sexuales. La adscripción del acto sexual al
matrimonio y a la procreación. La castidad como el bien más preciado, modelo de
vida del perfecto cristiano. Y la idea de la mujer como una creación fallida,
un ser inferior moral e intelectualmente. Junto a esta moral clerical
existieron otros sistemas morales disidentes. Así, podemos constatar una
cultura de los sentidos que se enriqueció y fortaleció, a partir del siglo
XIII, sobre todo por el redescubrimiento de las ciencias naturales y el
nacimiento del espíritu laico y letrado. La risa, el canto, la danza, el placer
sexual y la belleza corporal fueron algunos de los elementos de esta cultura
mundana, que fue duramente recriminada por los componentes de la Iglesia, a
través de prohibiciones y de castigos. Así, en el Iº Concilio de Lyón, en 1245,
el Papa Inocencio IV califica de pecado mortal la fornicación entre personas
solteras”
Como podemos observar el cuerpo
se cercenó en una metáfora de impureza, se contaminó de ideología y con mayor sanción
al cuerpo de la mujer, depositaria del poder de la gestación se le impuso el
poder de controlarla para que no tuviese poder sobre las elecciones del goce.
El goce estaba prohibido. No podemos negar el hecho que la esfera del Gobierno,
que debería enfocarse en asuntos de orden público, se metió hasta la cama, en
el orden personal y privado. Lo peligroso de todo esto es que históricamente ha dejado mella en el
colectivo trasladando estas ideas al orden moral de lo bueno del cuerpo como
bien común.
Continuará...
Iss Crisxa
viernes, 18 de mayo de 2018
Sobre la Guerra y la Paz (III parte)
Sobre la praxis del odio.
Últimamente afloran grupos extremistas y radicales de odio y las razones son distintas: Religión, Sexualidad o Género, Estilo de vida, Clase social, Raza, entre otros. A decir verdad atravesamos un revés en la espiral histórica. Cuando estudiaba me decían mis maestros del momento que la Historia no era lineal y que tampoco se trataba de etapas progresivas, me explicaban que hay épocas de grandes avances en las Ciencias y las Artes, épocas en las que florecían pensadores humanistas y grandes escuelas de pensamiento, subversión y avance, épocas donde hombres y mujeres luchaban brazada a brazada todo ésto secuenciado por épocas de cerrazón que abogaba por el extremo control del pensamiento, abolición de ideas innovadoras y casi obligatoriamente el planteamiento de roles específicos que no "alteraran" el orden social.
Lo que resulta curioso es que anunciaban un "Fin de la Historia" con tanto relativismo cultural que afloraba en los 90s y en la primera década de los 2000s. Ha pasado todo lo contrario, los límites que antes parecían difusos se volvieron ortodoxos, imposibles. Los procesos dialécticos no mienten, a la gran ola de la Globalización siguió la profunda cerrazón cultural en muchos lugares del mundo. Posiciones de cerraron por miedo a perderse en la nada. Nacionalismos se exacerbaron. Posturas ideológicas se radicalizaron.
¿Qué realmente pasa con ésta esquina de la Historia de la Humanidad?
(Continuará...)
Últimamente afloran grupos extremistas y radicales de odio y las razones son distintas: Religión, Sexualidad o Género, Estilo de vida, Clase social, Raza, entre otros. A decir verdad atravesamos un revés en la espiral histórica. Cuando estudiaba me decían mis maestros del momento que la Historia no era lineal y que tampoco se trataba de etapas progresivas, me explicaban que hay épocas de grandes avances en las Ciencias y las Artes, épocas en las que florecían pensadores humanistas y grandes escuelas de pensamiento, subversión y avance, épocas donde hombres y mujeres luchaban brazada a brazada todo ésto secuenciado por épocas de cerrazón que abogaba por el extremo control del pensamiento, abolición de ideas innovadoras y casi obligatoriamente el planteamiento de roles específicos que no "alteraran" el orden social.
Lo que resulta curioso es que anunciaban un "Fin de la Historia" con tanto relativismo cultural que afloraba en los 90s y en la primera década de los 2000s. Ha pasado todo lo contrario, los límites que antes parecían difusos se volvieron ortodoxos, imposibles. Los procesos dialécticos no mienten, a la gran ola de la Globalización siguió la profunda cerrazón cultural en muchos lugares del mundo. Posiciones de cerraron por miedo a perderse en la nada. Nacionalismos se exacerbaron. Posturas ideológicas se radicalizaron.
¿Qué realmente pasa con ésta esquina de la Historia de la Humanidad?
(Continuará...)
El vacío, el cambio, las heridas y las palabras
He cambiado, he renacido tanto que soy distinta.Ya no tengo paciencia con la indolencia ¿Está mal? No quiero convetirme en una roca, pero parece que a eso camino. Hoy y cada día abro los ojos. Especialmente desde que volví y desde que volvieron algunas gentes a mi vida ¿Es que es verdad que se quiere más lo que se pone en un altar? ¿A lo que está lejos? al final del día efectivamente uno está solo y no hay más manos que las propias; para trabajar y también para secarte las lágrimas. No es pesimismo, para nada es eso, no creo que abatirse y apabullarse ante el mundo sea la motivación correcta de vivir. Es un día abrir los ojos. Hay gente que cuando te ve distinta simplemente se va o quizá es que nunca estuvo realmente. Así siento que me pasa ahora, desenmascarar que nadie estuvo ha sido desenmascararme primero a mi misma, con mis autopromesas de que me quieren tanto.
Estos meses han sido meses de verme volar a mi misma sola, desde mi vuelo no he visto a nadie, todos se quedaron en el muelle viéndome partir o es que quizá no fueron ni a despedirme al muelle y así llegué a la conclusión de que el vuelo se hace con las propias alas y con un destino. Y confieso que a veces me da miedo tener presentimientos -como si fueran un tipo de destino que ya me sé- no quiero presentirme amarga pero es que me matan la ilusión ¿Acaso es malo tener ilusión? Quizá es que no comprendo las reglas del juego o he quedado con las alas tan heridas que no se volar diferente.
¿Te recuperas de las heridas? Hay gente que cree que sí. Yo digo que no del todo sino que simplemente sabes vivir con heridas. Es como cuando te fracturas un brazo -como me lo he fracturado ahora en marzo de 2018- la herida interna desaparece, por fuera nada se ve pero es un hecho que no vuelves a tener la misma movilidad (y que eventualmente dolerá) sino que te adaptas a moverte con tu brazo que cicatrizó hacia dentro de manera invisible. Y es que sanar no significa borrón y cuenta nueva, no somos registros de información a los que se les haga delete, siento que, de buena manera, sanar se trata de recuperarse. Sí, recuperarte. Es como tenerte otra vez a ti mismo, abrazarte. Dice San Google:
Estos meses han sido meses de verme volar a mi misma sola, desde mi vuelo no he visto a nadie, todos se quedaron en el muelle viéndome partir o es que quizá no fueron ni a despedirme al muelle y así llegué a la conclusión de que el vuelo se hace con las propias alas y con un destino. Y confieso que a veces me da miedo tener presentimientos -como si fueran un tipo de destino que ya me sé- no quiero presentirme amarga pero es que me matan la ilusión ¿Acaso es malo tener ilusión? Quizá es que no comprendo las reglas del juego o he quedado con las alas tan heridas que no se volar diferente.
¿Te recuperas de las heridas? Hay gente que cree que sí. Yo digo que no del todo sino que simplemente sabes vivir con heridas. Es como cuando te fracturas un brazo -como me lo he fracturado ahora en marzo de 2018- la herida interna desaparece, por fuera nada se ve pero es un hecho que no vuelves a tener la misma movilidad (y que eventualmente dolerá) sino que te adaptas a moverte con tu brazo que cicatrizó hacia dentro de manera invisible. Y es que sanar no significa borrón y cuenta nueva, no somos registros de información a los que se les haga delete, siento que, de buena manera, sanar se trata de recuperarse. Sí, recuperarte. Es como tenerte otra vez a ti mismo, abrazarte. Dice San Google:
Verbo pronominal
(recuperarse)
Volver [una persona o una cosa] a su estado normal después de atravesar una situación negativa.
¿Qué es ser/estar "normal" otra vez? no lo se, pero sí creo que se trata de volver, de volverse a uno mismo y continuar, aunque ese "volverse" sea distinto al original. Creo que se regresa a continuar un camino con nuevas posibilidades e imposibilidades. Eso es recuperarse de las heridas, no es que ya no están, están y duelen a veces, aún así tienes la fortaleza y el impulso de hacer las cosas.
Mi nueva yo está recuperada, pero también tajante y decidida a no recibir más heridas innecesarias. Creo que aunque suene irracional si existen heridas que son necesarias por ejemplo, la herida fundamental de la existencia, las dudas del ser porque ellas nos permiten humanizarnos. Humanizarnos, esa palabra retumbra en mi pecho, sordamente se cuela por mi sangre. La Humanidad es un concepto que creamos, en la naturaleza no existe. Hasta la naturaleza la humanizamos. Cosa monstruosa, talando arboles, "civilizando" con la construcción de ciudades. Que vacua me resulta la palabra humanidad, tan llena de todo y de nada. Así pasa con las palabras jugueteadas, quedan vacías. Si no, miren las palabras como las siguientes: Soberanía, democracia, solidaridad, bien y amor. Todas esas más un millón de palabras más que resultan ahora obsoletas. Creo que por eso que la lengua agoniza. Nos ha incomunicado cuando antes la comunicación era su propósito ¿Será por eso que éste viaje de la vida lo recorro en soledad? ¿Será que se me acabaron las palabras para comunicarme? ¿Será que a los demás también? ¿Será por eso que en mis heridas no caben palabras vacías?
Iss Crisxa
jueves, 14 de septiembre de 2017
Sobre la Guerra y la Paz (II parte)
Entonces aquí la pregunta sería ¿Porqué entonces se enseña desde la guerra? , aquel individuo que libra batallas "contra el mundo" se siente héroe de su propia vida. Tanto nos han inculcado la figura del ganador y del perdedor que nos hemos auto impuesto ser ganadores de las sucesiones de las pequeñas batallas que ocurren en el día a día. Ésto, enlazado con la figura del mártir representan, a grandes rasgos, el gran estrago que ha causado la cultura occidental a la conformación de la identidad individual y colectiva. Héroes y mártires solos contra el gran mundo, el perverso mundo, el extraño mundo.¿Qué sería que ese mundo ya no se mostrase tan perverso, tan fatal, tan extraño, tan lejano, tan indiferente? No habrían excusas para involucrarse con el otro, para compartir, reír, sentir, llorar, vibrar, hermanarse con el otro. La otredad tendría otra significación más cercana a la alianza y más lejana al significado que se le ha dado de incomprensión y enemistad . ¿Suena a utopía? eso nos han sembrado constantemente en la cabeza, paradójicamente, aunque repitan una y otra vez a través de mensajes de "hermandad" que otro mundo es posible, en el facto, el discurso es otro, el discurso es que los otros son los enemigos.
Aquel ser que libra batallas continuamente no es feliz, las insatisfacciones se le acumulan por no ser el mejor, por no librar sus batallas como "todo un héroe" porque además, ninguna meta es el límite y nunca es suficiente. Así, si compran hoy un smartphone, su encumbramiento dura lo que tarde en llegar el siguiente, más caro, con más estatus, que le da más "valía". Ésta necesidad de ser siempre más es la máscara de la guerra. Imponer lo que se cree mejor. Se empieza por objetos y los valores que se le asocian a esos objetos y se termina por querer imponer ideologías. Pero la pregunta sería ¿Para qué competir por imponer? esos son los verdaderos hilos conductores que manejan las intenciones del poder. Esa potestad de supremacía -antes de objetos o situaciones- culminan en redes de pensamientos, en un entramado ideológico que se sustenta como se sustentan las falacias, de premisas sin fundamento que juntas, tienen la apariencia de verdad. Y ahí está la siguiente cuestión, la imposición de la verdad. ¿Qué es la Verdad? pueden haber muchas definiciones, la mayoría académicas, pero todos intuimos, como herencia social, la semántica de significado. Aparece ante mí la Verdad: un hecho de la vida que he validado a través de mi experiencia-conductual o de pensamiento- y que he colocado en lo que se llama la realidad.
Continuará...
Aquel ser que libra batallas continuamente no es feliz, las insatisfacciones se le acumulan por no ser el mejor, por no librar sus batallas como "todo un héroe" porque además, ninguna meta es el límite y nunca es suficiente. Así, si compran hoy un smartphone, su encumbramiento dura lo que tarde en llegar el siguiente, más caro, con más estatus, que le da más "valía". Ésta necesidad de ser siempre más es la máscara de la guerra. Imponer lo que se cree mejor. Se empieza por objetos y los valores que se le asocian a esos objetos y se termina por querer imponer ideologías. Pero la pregunta sería ¿Para qué competir por imponer? esos son los verdaderos hilos conductores que manejan las intenciones del poder. Esa potestad de supremacía -antes de objetos o situaciones- culminan en redes de pensamientos, en un entramado ideológico que se sustenta como se sustentan las falacias, de premisas sin fundamento que juntas, tienen la apariencia de verdad. Y ahí está la siguiente cuestión, la imposición de la verdad. ¿Qué es la Verdad? pueden haber muchas definiciones, la mayoría académicas, pero todos intuimos, como herencia social, la semántica de significado. Aparece ante mí la Verdad: un hecho de la vida que he validado a través de mi experiencia-conductual o de pensamiento- y que he colocado en lo que se llama la realidad.
Continuará...
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