Sobre la Guerra y la Paz (I parte)

Hay muchas motivaciones económicas dentro del estatus quo, su constante oscilación entre la guerra y la paz no es casualidad. Vivimos en un mundo que es educado desde la guerra y es que, si nuestras memorias no nos fallan, cada uno creció con la insignia de ser el mejor en lo que fuera, en la clase, en los deportes o las artes, en estatura, peso, inteligencia, en fin, como si cada área que suma nuestra integridad, para reafirmarse, necesitase ser evaluado desde los otros y para demostrar que somos mejores que los otros. Esto no es que esté declarado explícitamente sino que, como en un sistema en el que cada engranaje permite que el aparato gire, estas sutilezas han hecho que el terreno esté limpio para operar la guerra desde nuestras casas. Y es que, si analizamos bien las cosas, podremos darnos cuenta de que, al sistema no le conviene la tranquilidad de las personas, no le conviene la empatía, el compañerismo, la humanidad porque, cuando hablamos de poder lo hacemos desde la postura del vulnerable que necesita que alguien más, por encima de sí, gobierne (tenga la potestad), pues somos el pueblo, ese ente manoseado por los partidos, muy utilizado pero relegado e incomprendido pero que si practicase todo lo antes dicho sería auto suficiente, ningún ente le gobernaría desde arriba.
Pues es que nos topamos conque la incomprensión viene desde el pueblo que no comprende que eso de ser una masa uniforme y vulnerable conviene, conviene la no diferenciación pues le facilita al que ostenta el poder su manipulación porque, no se engañen, no nos engañemos, la segmentación poblacional que se hace en las encuestas sirve meramente de carácter informativo ¿Que si los programas sociales y/o de ayuda no están aportando nada? sí aportan, pero lo hacen a medias, para mantener el status quo y perpetuar la vulnerabilidad pues no generan bienestar y autosuficiencia. Al cambiar el enfoque y ya no centramos únicamente en los elementos económicos sino en cuestiones de felicidad, prosperidad, armonía la perspectiva cambia, la dignidad se refresca, se empodera la libertad, la paz y esas cosas que han pasado desapercibidas en las políticas públicas porque quieran (o no) atentar contra el estatus quo es plantear una nueva realidad.

continuará...